Dishonored 2 es la secuela del título de culto Dishonored, que se ambientará 15 años después de la primera entrega, y nos ofrecerá escoger entre Emily y Corvo como personajes jugables, presentando ambos habilidades y estilos de juego muy diferentes, enfocándose una más hacia el sigilo y el otro hacia el combate. Una vez más, estamos ante una aventura en primera persona llena de detalles, con ambientación steampunk y cientos de detalles y formas de resolver cada conflicto, misión y combate.
Reclama el trono de Dunwall con Emily o Corvo.
Tras jugar el prólogo con la emperatriz Emily Kaldwin, en el juego podremos elegir si jugar con ella o con su padre y guardaespaldas, Corvo Attano, con la misión de recuperar el trono de Dunwall usurpado a la emperatriz. El juego tiene lugar 15 años después del primer Dishonored, y durante estos tres lustros el imperio ha florecido bajo el reinado de Emily. Sin embargo, este usurpador de otro mundo la aupa del trono, y de nuevo padre e hija tendrán que colaborar.
Karnaca, nuevo escenario de juego.
Esta segunda parte tiene lugar en Karnaca, un lugar mucho más luminoso que el del primer juego, inspirado en las ciudades del sur de Europa. Ahí tendremos que usar a Corvo o a Emily para, con la ayuda de fuerzas de otro mundo, lograr recuperar el trono. La clave de este juego es que tenemos más libertad de movimiento que nunca y podremos elegir el progreso de nuestras habilidades con mayor libertad.Poderes más libres y variados que nunca
Tanto si elegimos a Corvo o a Emily contamos con un árbol de habilidades muy extenso que podemos desarrollar como queramos, eligiendo incluso si queremos optar por soluciones letales o no letales. Podemos incluso rechazar los poderes sobrenaturales que nos ofrecen las fuerzas del más allá, para desarrollar el estilo de juego que prefiramos.
Poderes más libres y variados que nunca.
Tanto si elegimos a Corvo o a Emily contamos con un árbol de habilidades muy extenso que podemos desarrollar como queramos, eligiendo incluso si queremos optar por soluciones letales o no letales. Podemos incluso rechazar los poderes sobrenaturales que nos ofrecen las fuerzas del más allá, para desarrollar el estilo de juego que prefiramos.
